jueves, 5 de noviembre de 2009

La Legua y cataratas

4. La Legua y cataratas

También en esas búsquedas fui a parar a La Legua de Aserrí.

Un camino interminable, pura cuesta desde San Gabriel, bien lastreado pero siempre grosero para el tercel que tenía y como era verano, polvoriento como los caminos que hay en medio de las plantaciones de palma de Parrita.

En la parte final de este viaje, se camina hacia un monte pedregoso que domina el paisaje, pienso que desde su cima debe verse un paisaje increíble, solo que La Legua queda en el monte del frente, un poco más bajo, a solo 1.640msnm.

El día que llegué estaban en fiestas, había sol abundante y no sentí ni pizca de frío, más bien hacía calor.

No más colocar el carro junto al jardín de una casa y nos mezclamos entre la gente que iba y venía por la callecilla.

Había puestos de todo, juegos, chucherías, ropa; como una feria, todo animado por el ruido de un conjunto “norteño”, totalmente montañéz, de esos que saben más música de ese género que muchos.

Nos metimos al salón parroquial y al rato estábamos conversando con el cura, que había sido trasladado de Hatillo.

Rápidamente hice amistad con personas que se mostraban animosas al diálogo y le puse el ojo a una señora mayor bastante avispada y le caí:

-Señora, ¿dónde puedo encontrar a los Quesada?

-¿Cuáles Quesada? –me dijo sin parpadear pero muy cortésmente.

-Realmente no sé, es que me dijeron que aquí había una familia Quesada.

-Mire, Quesadas hay miles en esta zona, ¿no serán los de Jorge Quesada? –dijo elevando la voz y mirando en derredor, como queriendo involucrar a sus vecinos para aportar más información.

Se acercó otra señora con unos platos de comida exquisita en las manos y poco a poco la conversación se fue apartando del tema, pues creí conveniente dejar de preocupar a las personas si mis pistas eran escazas.

Anduve detrás de la iglesia, confundiéndome con el gentío sin llamar la atención y sentí mucha felicidad de estar entre gente tan cortés y despreocupada del diario vivir; definitivamente el que sabe observar se lleva una lección cuando visita el campo.


Mis anuncios:




La_Legua_de_Aserri

La forma de hacer frente a la vida es tan sana y sencilla como su actitud para enfrentar los grandes problemas de la producción y el desarrollo locales, hay una sabiduría ancestral nata.

En La Legua de Aserrí

De regreso me vine por El Rosario de Desamparados y paré en una catarata pequeña, poco caudalosa, con poco espacio alrededor, pero con un encanto especial.

Las cataratas son otra de mis aficiones, me gusta su bullicio y lo cristalino de sus aguas; además, el silencio y la condición aislada que se encuentra en mi interior cuando solo impera el estruendo del caudal impetuoso.

Veamos las fotos de algunas de mis preferidas, empezando por la de El Rosario:

CATARATA EL ROSARIO

CATARATA LLANOS DE CORTÉS

CATARATAS DEL RÍO CATARATAS

CATARATA LA PAZ

CATARATAS DEL ZURQUÍ

CATARATA TORO

CATARATA QUESADA

CATARATA LA MELENA DE QUEBRADA JULIO

CATARATAS SONIA I Y SONIA II

CATARATA DEL RÍO PATRIA

CATARATAS POÁS Y CARACHA

CATARATA RÍO LAPAS

CATARATA LOS NOVIOS

CATARATA LA FORTUNA

CATARATAS LOS CHORROS

CATARATA RÍO GUACIMAL

CATARATA DEL TRAPICHE

CATARATA DE CERRO PLANO

CATARATA LAS MUSAS

CATARATA DE SABANA REDONDA

CATARATA EL ÁNGEL

mini CATARATA CARIBLANCO

CATARATA LA ESTRELLA II

CATARATA LA ESTRELLA III

CATARATA LA ESTRELLA IV


...Vea más cataratas de Tiquicia...


Hay muchos motivos que fotografiar de nuestros pueblos, como monumentos, placas conmemorativas (despolitizando un poco la cosa), puentes, quioscos, edificios, árboles, escuelas, orquídeas, estadios, murales, cementerios, esculturas, casas, industrias o fábricas, parques, talleres de artesanía; en fin, el aficionado tiene mucho de dónde escoger e ir perfeccionando el arte del enfoque y la composición.

gerardodecostarica

No hay comentarios:

Publicar un comentario